En lo alto de una colina, esta exclusiva villa se abre paso entre el paisaje ibicenco, ofreciendo panorámicas incomparables hacia Dalt Vila, el mar Mediterráneo y la isla de Formentera. Su ubicación es inmejorable, cerca del vibrante corazón de Ibiza, permitiendo acceder en solo diez minutos a la ciudad y, a pocos minutos más, disfrutar de las arenas de Cala Jondal y Las Salinas. La construcción de la villa, de 1999, combina una estética atemporal con un diseño funcional que prioriza la comodidad y las vistas espectaculares.
Distribuida en dos niveles, en la planta baja se encuentran una cocina práctica y moderna, un comedor acogedor que se funde con la sala de estar, y dos dormitorios luminosos con acceso directo a los jardines y un baño compartido. La planta superior es un refugio privado que alberga el dormitorio principal, con su propio baño y una amplia terraza desde la cual se puede disfrutar de las vistas abiertas, envolventes y fascinantes.
En el exterior, una terraza conecta con una piscina de 40 m², diseñada para relajarse mientras se admira el paisaje, donde el azul del cielo y el mar parecen fusionarse en el horizonte. Además, la propiedad cuenta con un garaje independiente y un terreno de 1.800 m² que permite explorar posibilidades adicionales, como la ampliación de un cuarto dormitorio fuera de la estructura principal, ideal para recibir invitados o establecer un espacio personal adicional.